¡Hola lectores y lectoras curiosas! Empezamos esta sección de blog, una manera  de comunicarme mucho más amplia y personal con vosotros, donde os voy a hablar de diversos temas de psicología, sexología, pareja y género.

Para este primer post, he querido hablar de un tema que creo necesario y útil para muchas personas y que veo en demasiadas ocasiones en mis pacientes de terapia de pareja. Se trata de las relaciones tóxicas, que agotan, que te chupan la energía, que te hacen sentir culpable a todas horas, en las que sigues metido o metida con esa sensación permanente de no saber muy bien el por qué. No eres feliz pero no puedes dejarlo, empiezas a dudar de si es amor o no.

Si tienes todas esas sensaciones es posible, entre otras opciones, que hayas dado con un “psicópata emocional».

¿Y esto qué es? Lo de psicópata suena un poco fuerte ¿No? Si es así, es porque la mayoría de la gente piensa que los psicópatas en nuestra sociedad están todos metidos en las cárceles por haber cometido aberrantes crímenes sangrientos. Pero no, la personalidad psicopática está en muchas personas, que además pasan completamente desapercibidas por su maestría en el arte del “camaleonismo social” como diría Iñaki Piñuel, un experto en este tema.

La personalidad psicópática está totalmente desprovista de empatía. Suelen ser narcisistas, no sienten ningún tipo de culpa, tienen una anestesia afectiva que apenas les deja sentir ira, rabia o tristeza si las cosas no salen como ellos esperan. Por lo tanto, si uno de ellos se cruza en tu vida como pareja, los que sufren no van a ser ellos sino tú. Por supuesto, saben imitar perfectamente la simpatía, amor, solidaridad y compasión, pero sólo para conseguir lo que quieren; ten por seguro que lo fingen, no lo sienten. Como hemos dicho tienen entre sus muchas habilidades el encantamiento muy estudiado así que si quieres prevenir caer en las redes de una personalidad como esta presta atención a las señales:

  1. Simpatía superficial (Lo que comúnmente conocemos como encantador de serpientes).
  2. Magnetismo sexual arrollador (Utiliza su encanto sexual para el enganche).
  3. Amor temprano (De repente sois almas gemelas).
  4. Te culpa de todo y jamás se disculpa por nada (No tiene ningún remordimiento).
  5. Mentiras, mentiras y más mentiras (Con vagas e incompletas excusas).
  6. Fuerte contacto visual (Mirada fría, penetrante).
  7. Arrogancia, orgullo y soberbia (Te trata con superioridad y desdén).
  8. Doble personalidad (Una de cal y otra de arena).
  9. Te deja tirado/a, a veces con desprecio y frialdad.
  10. Habilidad infinita para manipular a los demás (Escenas teatrales, grandes aspavientos sin contenido emocional real).

Estas son algunas de las señales iniciales para prevenir un acercamiento más profundo con estas personas, pero si ya estás dentro de una relación con un psicópata emocional, y no sabes por qué no puedes salir de ahí, no te preocupes. Estás dentro de un vínculo traumático: el subidón emocional que proporcionan las situaciones de abuso, funcionan en la mente como verdaderas adicciones y como en todo adicto existe mucho miedo a las consecuencias de dejarlo.

Si consigues ver la realidad de tu compañero/a, cree en ti, comienza a encender una luz y busca ayuda profesional, aceptando en todo momento tu verdad, tu inocencia y tu voluntad. “Esa verdad debe ser más importante, más vital para nuestro interés que cualquier otro confort momentáneo” Scott Peck.

¿Qué os parece este tema? ¿Os habéis encontrado alguna vez con una persona así? Deja tu comentario aquí o a través de redes sociales!